Puede que por dar una nota de frescura a la web, se me ocurrió intercalar unas alegres y, a veces, bonitas melodías. Bien podría tomarse este rincón como un lugar de descanso, un interludio entre relato y relato, una sala de esparcimiento que el amable lector merece tras intensas y procelosas lecturas.
Podría a la vez tratarse de una sucia estratagema por mi parte, siempre taimado y retorcido, para que se lleven un buen sabor de boca tras haber salido defraudados con mis historias.
Que no haría yo por tenerlos contentos, por retenerlos unos minutos más entre estas cercanas y amigables páginas, porque la dicha y la felicidad se tornaran pegadizas y se fueran a la cama tarareando estas canciones.