Desastre de persona
Cuando nació apenas tenía tres años.
Ingresó en la universidad a la tierna edad de treinta y cinco, entonces ya había hecho la primera comunión e incluso la confirmación. Este último sacramento lo recibió muchas veces a lo largo de su vida.
Cuando pocos años después no se había casado todavía, estaba ya jubilado.
Dos meses después de su muerte, apenas respiraba y nadie se acordaba de su miserable existencia.
Unos cuantos años más tarde, exactamente muchos, se reencarnó en otra adorable criatura, pero esa es otra historia.
(…como adelanto diré que no le fue mucho mejor).