Indeterminación
Mis cálculos son falsos; deben de serlo, tienen que serlo. Tres cuartos de lo mismo, cuarto y mitad de nada, la tercera parte de tu cariño, un sestercio de mi paciencia, la deriva de nuestra relación y la integración de nuestro hijo.
Un conjunto de casualidades y de intereses yuxtapuestos nos unieron primero y nos excluyeron después. Prometiste reflexionar y yo esperé.
Te llevaste a nuestro retoño, de improviso, sin una mísera nota de despedida.
Imagino tu vuelta cada día, cada noche, pero algo en la ecuación es erróneo, no adecuado, ilógico, imposible. El único resultado que obtengo sin excepción es infinito.