Orificios de escape
Los zapatos vacíos, lo único que encontró.
El inspector Castro, encargado de investigar tan misteriosa desaparición, llegó a una asombrosa explicación basada únicamente en la observación.
Restos de fibras textiles, pellejos de piel y gotitas de sangre adheridos a los agujeros de las suelas evidenciaban, en su opinión, que el preso se fugó atravesando, no sin esfuerzo, esos angostos y lastimeros orificios. «¡Descalzo y sin recursos no llegará muy lejos!», exclamó ufano.
El alcaide, no sin cierto sonrojo, puntualizó que los uniformes ya viejos, deformes y deshilachados, exhibían desde hacía semanas evidentes rotos, por los cuales el preso podría seguir huyendo.
FIN
(Microrrelato extraído de la serie «El inspector Castro«)