No existe un criterio bien definido y claro sobre los límites que separan una novela y una novela corta (incluso un relato de esta última). Si nos basamos únicamente en la extensión, la frontera correcta debería de establecerla la paciencia y las ganas de cada lector.
Estos relatos que les ofrezco se sitúan en unas arenas movedizas peligrosas y cegadas por la niebla. La clasificación es lo de menos. Lo relevante es que sean de su agrado.
Así lo espero.