Dos de noviembre
La soledad te pincha
como agujitas de dolor,
y te inunda y te invade
y te quiere como a una madre.
Tú le temes, no le hablas
y si puedes te escapas,
pero te busca, te sigue,
te desea y te consigue.
Oh, oh, oh…ooooh
Mi mundo no es este,
es la ciudad es mi mente.
Tiendas de discos, gente,
paredes con moho, oh, oh, oh, oh, oh.
Calles estrechas con bares,
garitos extraños y ropa,
alguien que toca en una esquina,
me tomaría otra copa, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh.
Mis sentimientos reprimidos,
no salen, me quieren,
los echo, no puedo,
se quedan, me mienten.
Y nadie sabe nada,
y espero que siga así.
Pero un buen día descubrirán,
que no hay nada que descubrir.
Oh, oh, oh, oh…oh, oh.