No es fácil escribir una novela y que resulte interesante. Esta última palabra envuelve cualquier matiz, detalle o apetencia que deseemos encontrar en una buena lectura. Nadie posee la clave o la poción mágica para hallar el camino correcto. Los factores que intervienen son tantos y tan variados que en ocasiones la labor del escritor se acerca más a la prestidigitación que a la cultura narrativa.
No pretendo que tomen estas palabras como excusa o lamento, sino todo lo contrario. Estoy convencido de que en mis novelas hallarán un pedacito de ustedes, similitudes inevitables y deseos irreprochables.
Mi única intención es que disfruten. Espero conseguirlo